jueves, 17 de noviembre de 2011

♔ Na ilha por vezes habitada


En la isla a veces habitada de lo que somos, hay 
noches, mañanas y madrugadas en que no 
necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y 
entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las 
palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las 
manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la 
voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con 
la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó 
alrededor del mundo infatigable, porque mordió el 
alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros 
como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.